jueves, 9 de abril de 2015

Ya no trato de tener razón, elijo ser feliz.

Es dificil para mi elegir un tema para escribir una entrada cuando lo buscas porque hace demasiado tiempo que no escribes. En cambio cuando algo me impacta de verdad, en seguida me apetece escribir sobre ello. 
Hoy una serie de casualidades (o no) me  hicieron llegar hasta un video, donde una persona que sobrevivió a un accidente aereo relata las 3 cosas que aprendió durante los minutos  que creyo que iba a morir.
Una de ellas me impacto y aunque suena a iluminacion mariana,  fue como que de repente me di cuenta de algo que nunca habia visto. Él lo resume fantasticamente con una frase:

  Ya  no trato de tener razón, elijo ser  feliz.

Me paso el dia enfadandome y pillandome berrinches en el trabajo por cosas con las que no estoy deacuerdo,  en el metro o la calle con gente maleducada e incivica o lo peor, con mi pareja por la simple convivencia.  Discutiendo simplemente por demostrar que tengo razón.  Y si no me afectará esos momentos, no importaría, bueno si importa si  afecta a la gente que quiero. Pero el caso es que la mayoria de veces, los demas se quedan tan anchos y soy yo la que me quedo afectada... 

De verdad vale la pena? 
Si sumara todos esos momentos en uno, no quiero ni pensar la de dias o años que habré pasado enfadada o indignada en los 37 años vividos.  No me extraña que si ves claro que tu tiempo en esta vida se termina, te des cuenta lo idiota que has llegado a ser por perder tanto tiempo siendo infeliz por idioteces.

Quiero aclarar que no se trata de que todo te de igual, de no luchar por nada o no defender ninguna idea o postura.  Se trata de no hacerlo por cosas que no tienen importancia.
Y es que cuando vives en pareja por ejemlo, se llega a discutir por si se olvido uno apagar el ambientador...
En el caso de que lo que se discuta sea importante, la clave sería hacerlo serenamente, dejandole claro a la otra persona, que no estoy deacuerdo o  que no voy a tolerar lo que sea. Pero sin atacar, sin sufrir.

Y no, no os equivoqueis, no es que lo vea facil o que crea que lo voy a conseguir, de hecho creo que me va a ser casí imposible. Pero como mínimo ahora tengo claro que es un objetivo a conseguir. Y es que es algo que a mi personalmente, me resta muchas horas de felicidad.  Y quiero cambiarlo. 
Quiero recordar esa frase... tanto, que aunque suene a que estoy zumbada perdida, (puede que un poco si lo este) me la tatuaría en el antebrazo, para que en uno de esos gestos impetuosos de mis argumentaciones, la viera y dijera: Sabes que? que no importa. Y pasar a invertir mi tiempo en otra cosa mejor.

Por suerte tengo un gran maestro a mi lado,  que es capaz de que le diga de manera borde que no haga ruido con la cuchara al mezclar el postre. Y él , mirarme con una mueca graciosa y darle 10 veces seguidas al tazón. Revelandose , sin perder el humor, sin discutir y sin perder el tiempo... y lo mejor, desarmandome mi idiotez con una sonrisa.



Para los que quieran ver el video inspirador de la entrada ir aquí