domingo, 28 de diciembre de 2014

Algo de equilibrio conseguí

Después de deciros en la última entrada que me debatía entre arriesgar o conformarme. No tenía intención de contaros que había hecho finalmente. No por ocultarlo, si no porque perdí la costumbre de contar en mi blog lo que sucedía en mi vida de manera cronologica así en plan diario. Pero no se porque, cuando me plateo que escribir, siento que tengo pendiente contaros el siguiente "episodio" en la vida de esta indecisa.

Mis dudas, como leerías algunos en los comentarios, eran sobre el terreno laboral.
Estoy francamente muy achicharrada de hacer lo mismo desde hace 17 años. Me siento desilusionada y desmotivada con el presente y el futuro en mi empresa. No me gusta el trabajo y lo peor, las expectativas de ascenso o mejora de puesto en ese proyecto aun me gustan menos. Por si esto fuera poco, el ambiente es realmente malo. Yo que soy sociable a morir, ha llegado un punto en el que me hablo cordialmente con todo el mundo, pero hago todos los descansos sola, lo prefiero a tratar con mis compañeros.

Comencé a buscar trabajo para marcharme,  pero pensé que irme de un sitio donde las condiciones de sueldo, horario, etc son muy buenas, para ir hacer lo mismo en otra empresa donde como suerte conseguiré igualarlas pero difícilmente mejorarlas, era un poco absurdo. Puede que tuviera suerte y encontrara un empresa donde hubiera un buen ambiente de trabajo, pero eso nunca lo sabré hasta que no trabajare allí así que podría salir del fuego para caer en las brasas...
Parece que sólo tiene sentido arriesgarme a cambiar y perder esas buenas condiciones laborales para hacer un nuevo tipo de trabajo que me motive y me haga sentir realizada. Pero he de ser realista y o me monto algo por mi cuenta, o con los estudios y experiencia que tengo es casi imposible.

Durante un tiempo pensé que debería ser suficiente para ser feliz, con haber conseguido el puesto y sueldo que he conseguido con la poca formación que tengo. Y que debía no darle importancia a ser feliz en las 8 horas del trabajo. Que sí, que hay gente que lo es y mucho, pero también hay otras personas que se dan con un canto en los dientes con trabajos, con perdón, de mierda. Por que les permiten una vida digna y hacer lo que les apetece en su tiempo libre.

En esas estaba cuando escribí la entrada y vosotros disteis en el clavo, no todos somos iguales y debo aceptar que soy inconformista y que nunca seré feliz conformándome.

¿Qué decidí? pues una cosa intermedia... ni pensar que esto es lo que hay y rendirme. Ni irme hacer lo mismo en otro sitio.

Como trabajo en una multinacional que da servicio a empresas de sectores muy distintos y servicios muy variados, pregunté a recursos humanos si existía la posibilidad de cambiar de proyecto.
Me dijeron que es difícil pero que buscaran si pueden re-colocarme en otro.
Mi jefe ya lo sabe y esta deacuerdo (o eso dice).
Realmente no creo que llegue a producirse ese cambio. Pero tenía que intentarlo.
Por otro lado, mientras sucede o no el cambio de proyecto, he decidido aprovechar lo bueno de mi trabajo que es el horario y la estabilidad, para estudiar algún nuevo oficio y o encontrar un negocio creativo que me permitiera ser feliz laboralmente y así, si decido marcharme, que sea para trabajar en algo que realmente me guste.
Seguiremos informando...

* Para los que no leís el blog desde el principio, en la columna derecha dejé mis entradas antiguas preferidas,que dicen mucho de mi pasado y de mi.