lunes, 21 de octubre de 2013

Juntas al fin





Hace ya 55 años,nació en una familia peculiar, una niña pequeña, redondita y algo débil.
Que quizá por ser la 4 hija en llegar o porque el destino así lo decidió, su madre nunca quiso.
Sus problemas de salud le dejaron secuelas que tuvo que arrastrar durante el resto de su vida. Gracias a las secuelas físicas y las psicológicas (por la falta de cariño en casa) nunca tuvo la autoestima necesaria para no dejarse pisar por todos los que lo quisieron hacer.
Como el por el amor de su vida, que la dejo el mismo día que (sin saberlo) la dejo embarazada. 
Intentó ser fuerte y llevar a esa niña sola adelante sin decírselo al padre, que sabia que no la quería y que en el caso de que se quedara con ella no seria por amor.
Pasaron un par de años  y conoció a otra pareja, que pasado un tiempo de estar juntos, la dejo de nuevo embarazada. Esta vez si comunicó la noticia al padre. Pero él decidió salir corriendo...
Ella y su pequeña, vivían en casa de los abuelos maternos, ya que a parte de ser joven y no haber terminado los estudios, trabajaba en un negocio familiar.
Así que, aunque consiguió disimular el segundo embarazo casi entero, por miedo a lo que dirían sus padres. Finalmente tuvo que contarlo y aunque comprendía que no se lo iban a tomar bien, nunca imagino como iba a reaccionar su madre , que la obligó a dar en adopción a ese segundo hijo, bajo la amenaza de echarla a la calle con el recién nacido y quitarle la tutela de su primer hija, que tenia los apellidos de los abuelos.
Se asusto tanto, que cedió antes las amenazas de su madre y decidió firmar la adopción. 
Al fin y al cabo, que vida le podía dar a ese bebe, sin dinero, sin trabajo ni estudios y en la calle. Seguro que la famila que la adoptará le podia dar más que ella. Por otro lado era incapaz de imaginarse la opción de perder a su pequeña, a la que tanto quería.

Cuentan que paso un año sin salir de casa, y que cuando apareció en su vida el padre de su primera hija, le contó lo sucedido el día que rompieron su relación y aunque sabia que no la quería, creyó que aceptar su oferta de formar una familia juntos, era la mejor opción para su hija y para salir de esa casa donde ni la respetaban ni la querían. 

Pasaron los años y sucedieron muchas cosas, entre ellas separarse y deshacerse de un marido y padre, que nunca quiso ni a ella ni a su hija y que tan difícil les hizo la vida. 
Después de aquello sus vidas cambió y aunque fue duro, siempre ha sido para mejor.

Cuando creeian que vivian en un pequeña balsa de aceite a llegado una ola, un gran ola casi un tsunami... Pero de felicidad.

El hijo (que era hija) que dio en adopción ha apareció en sus vidas. Ha estado buscando a su madre biológica, desde hace tiempo y por fin la ha encontrado. A ella y a su hermana.

De momento solo a podido conocer en persona a su madre, no quería pedir explicaciones porque algo le decía que su madre la dio en adopción porque no tuvo otra opción, solo quería abrazarla en persona, conocer sus orígenes y a su familia biológica.

La protagonista de esta historia no puede ser mas feliz, por fin pudo dejar de sentirse culpable, por fin pudo quitarse la mochila de dolor y ausencia que la a acompañado estos 33 años en los según dice, ni uno solo día dejo de arrepentirse de su decisión y de pensar que no valía la pena buscar a  su hija porque seguro que no querría saber nada de ella, por haberle abandonado. Pero por suerte estaba equivocada y al fin estan juntas.

Esto que parece un telefilm,no es más que la vida real, que a veces supera la ficción.

Si, tengo una hermana de casi 33 años, yo que pensé toda la vida que era hija única...

¿Qué, cómo estoy?

Asimilándolo, aunque feliz.







martes, 15 de octubre de 2013

¿Dejamos de perder el tiempo?


Los que me conocéis solo de este blog, podéis tener una imagen de mi que no sea del todo real, de ser una persona positiva, candida, dulce... pero no siempre soy así, tengo mis momentos...
 Durante años tuve motivos, luego deje de tener tantos o tan claros y como comente en algunas antiguas entradas, tenia días sueltos de bajón, que a base de apuntarlos en mi agenda, vi que coincidían con cambios hormonales... Pero... sucede que  últimamente he tenido bastantes seguidos, que no coincidían con nada malo que me hubiera pasado ni con temas hormonales.
Una tristeza que me invade poco a poco, poco a poco, hasta dejarme en un estado bastante preocupante, que por suerte se pasa al cabo de las horas.
El caso es que cuando estas así, como no hay un motivo claro y el cuerpo quiere estar mal, busca cosas de tu vida que te hagan sentir mal o triste. Y claro todos tenemos y recordarlas todas juntas y sin intención de arreglar ninguna, si no sólo regodearte, te lleva a un punto de angustia y desespero, en el que solo había estado un par de veces antes y al que no quiero volver.

Cuando estoy bien, pienso que me revientan los bajones porque si, de acuerdo que no vamos a estar felices siempre, se puede estar normal, ni super bien ni super mal, simplemente normal.
Pero estar tan y tan mal sin motivos, a mi me desespera.

Por suerte, no he estado sola, he tenido a mi amiga Irene al lado, porque aunque lejos siempre esta muy cerca. Andrea me dio sabios consejos y me hablo desde la experiencia, supo ponerme en mi sitio. Tambien tuve a mi amiga Silene que me dio mil opciones para ayudarme y me recordó que podía contar con ella para lo que quisiera. Y por supuesto tuve a mi chico, que aunque el primer día le pillo a contra pie y no supo que hacer, estuvo ahí al pie del cañón y las otras veces supo sacarme en un santiamén de ese estado con dialogo, risas y apoyo incondicional.

Pero debo confesar que lo que me ha dado el verdadero empujón para cambiar de actitud ante posibles  bajones, ha sido la muerte de una mujer que no conocía en persona. Pero que admiraba.

Maria de Villota. Algunos no sabréis quien era, aunque quizá después de este fin de semana o suena mas que antes, ya que, por desgracia se habló bastante de ella.
Para los que no sabéis quien era, os contaré que era una mujer fuerte, valiente,  inteligente y muy positiva. Era piloto de F1 y hace un año y medio tuvo un grave accidente,  en el que perdió un ojo y casi pierde la vida.
Debo reconocer que hasta que no paso el accidente no conocía a Maria, pero al verla reaparecer en publico, con su parche y su sonrisa, me impacto muchísimo.
Evidentemente el tener el tema en común de perder un ojo (aunque yo lo haya "recuperado") quieras que no te hace empatizar más. Y verla que no solo no se avergonzaba de salir con el parche en televisión, si no que se la viera feliz y segura era una lección para mi.
 Lo que leía en sus entrevistas me gustaba tanto... Su nueva actitud ante la vida, me encantaba...

 Así que cuando el viernes me dijeron que había muerto, me quede muy impactada.

Cada vez que veía imagenes de ella en los homejes que le hicieron este fin de semana  tan valiente y sonriente,se me saltaban las lagrimas. Sentía rabia, me parecía tan injusto! (que manía la mía, de buscar la justicia en la vida cuando casi no existe...)
Luego pensé como su familia, que había tenido una segunda oportunidad, de ver lo que importa realmente en la vida, y poder vivirla de otro modo. 

Como decía ella: perder un ojo, le había hecho ver más que antes. Darse cuenta que estar vivo es un regalo. 
Es una suerte que te den una segunda oportunidad de disfrutar esta vida... 

Y esto me hizo recordar con fuerza, algo que se y que repito mucho, pero que por desgracia a la que me descuido, me olvido.

No se cuantos días, meses o años me quedan en esta vida, pero quiero perder el mínimo tiempo posible estando triste o preocupada por cosas que realmente no importan nada.

Tengo la sensación de que a día de hoy si me muriera no me arrepentiría de nada de lo que hice, lo que seria muy triste es que echara la vista atrás y me arrepintiera de la perdida de tiempo en cosas que realmente se solucionaron solas o  pasado el tiempo ya no importaron.

Si cuando pienso en estar el resto de mi vida con Jose, se me hace demasiado corto,  no es lógico que luego ande perdiendo el tiempo.

¿No?


¿Dejamos de perder el tiempo?


Le dedico esta entrada a las personas que ponen todo su empeño en dejar de perder el tiempo,  a las que me recuerdan que hay que ser disfrutonas  y a todas las que pasan por verdaderos motivos para estar mal en este momento.

jueves, 10 de octubre de 2013

BOOO!!!







Corría el año... umm... bueno, ejem! Hace algunos años, me preguntaron,  a que tenía miedo.
Y tras pensar unos minutos,mirando hacia arriba y a la derecha, conteste:
A nada! pero no era chulería, era verdad. Por mucho que pensé no recordé a nada que le tuviera miedo.
Y debe ser que ese día estaba hasta las cejas de valor, porque realmente le tengo miedo a bastantes cosas.

Es curioso porque he ido recordando esos miedos así como en días sueltos pero muy seguido... y sabéis lo mejor? son de lo más absurdos...

Comenzó con una fobia, que tengo hace muchos años y que gracias a una amiga lectora de este blog 
que no era manías mías que la fobia/miedo era conocida y había mas zumbadas como yo por el mundo (esto quieras que no consuela)  Se llama  tripofobia (atención, no me hago responsable de los que pulséis el enlace hay imágenes muy desagradables,también es cierto que el 90% son foto-montajes de gente muy maja) yo lo copie sin mirar... con eso os lo digo todo.
 y ahora que recuerdo, los que llevéis tiempo por aquí y tengáis buena memoria sabréis que lo he contado en entradas de esas que contaba manías y me gustas. Solo que no sabia que no lo había "inventado" yo.
Y es horrible, en serio, os podrá parecer algo que es más o menos asqueroso de ver,  pero es que yo tengo una extraña adicción masoquista y si veo una imagen relacionada con eso siento un miedo y un asco horrible, pero lo peor es que no puedo dejar de visualizar la imagen en mi mente, hasta que pasan un día o dos. Lo paso mal realmente. 
Reconozco que es de lo mas tonto. Lo más curioso, es que este miedo no tengo ni idea de donde me viene.
Y es que, casualmente estoy leyendo un libro que entre otras cosas se habla del miedo. Dicen que todos los miedos, son por algo que hemos vivido anteriormente, algo que hemos aprendido que no es bueno para nosotros y por lo tanto la mente le "coge" miedo como método de precaución.
A raíz de leer eso, imagino que mi mente fue encargándose de recordar o de ser mas consciente de otro miedos que tengo y que no recordaba o que no me había dado cuenta. Al menos estos si que recuerdo de donde me vienen, como el de tener miedo a escuchar los mensajes en el contestador.

No he sido consciente hasta este mismo domingo. (Y es que con whatsaap pocos mensajes deja nadie en el contestador ya...) Vi que tenia un mensaje y no era capaz de escucharlo... era como que pensaba luego si eso... Hasta que me di cuenta que lo que sentía era miedo. Miedo a lo que podía escuchar.

Pero volviendo a los miedos sin explicación, creo que debe haber alguna otra teoría de porque se le tiene miedo o fobia a algo si buscas por Internet a algunos francamente de risa y si se les ha llegado a poner nombre sera porque no son uno ni dos los que sufren ese miedo, ¿Qué explicación dan los psicólogos a esos miedos irracionales? porque no creo que todos hayamos vivido alguna experiencia con ese "algo" que nos haya hecho aprender a tenerle miedo.

Como dice el libro hay miedos útiles, para salvarnos la vida, por ejemplo y luego están los miedos absurdos e inútiles como los míos.

¿A que cosas no típicas tiene tu miedo?