Que viva la música!

Cuenta  mi madre que estando embarazada de mi, fué a ver una película tipo Fiebre de sábado noche, y que lo mejor de la película fué cuando en los momentos álgidos notaba como yo me movía... y su barriga conmigo, claro.
Que con tres años, me gravaban cantando como una loca, canciones de La Carra (que me ha encantado toda la vida)  todavía conserva las cintas para chantajearme.
Desde muy pequeña pedía como regalos para reyes y cumples : casetes , radiocasetes, micros, órganos casio...

Recuerdo especialmente los días de reyes escuchar como una loca estos recopilatorios  una y otra vez sin descanso hasta que me mi madre pedía asilo político a otro país.

Hacia  los míos propios con las canciones de la radio. Con el dedo toda la canción sobre la tecla de stop para pararlo a la velocidad de la luz, en cuanto el locutor interrumpía la canción .
Y cúando me regalaron mi primer walkman??!!!  como para evitar gastar las pilas tenia que rebobinar la cinta con ese movimiento a modo de carraca con el boli bic (que todos los que tenemos la muñeca rota de hacerlo).

He tenido épocas musicales de todo tipo, cuando me cansé de escuchar lo que estaba de moda y comencé a escuchar  música de otras épocas: comencé a investigar con lo que había por casa de mis abuelos, (no era tan fácil como ahora que solo hay que poner "year:1962" en spotify) y pasé de escuchar a Nat King Cole, a los boleros, hasta llegar a Los Chichos, donde mis padres ya me miraban de reojo preocupados...es que no sabéis lo bien y feliz que se friegan unos platos a ritmo de rumba.

He vivido momentos tan grandes! gracias a la música : bailando hasta morir en la discoteca, conciertos épicos, momentos de llorar a moco tendido por lo que me transmite una canción,  reaves caseras, momentos coreográficos atrapada en un atasco,  sentirme como si viviera en un videoclip, cuando vas con el mp3 y los auriculares por la ciudad y todo se mueve al ritmo de la canción.

Y es que no sabéis hasta que punto consigue cambiarme el animo una canción, todos mis estados de ánimos los acentúa la música,  incluso en muchas ocasiones consigo animar un día muy triste, con solo escuchar una canción. Lo malo como le decía hoy en un comentario a Merluca es cuando no tienes animo ni para darle al play. Pero hay que intentarlo, aunque sea de manera progresiva, pasando de canción a canción cada vez mas animada hasta que se te comience a mover un hombro sin querer.

Gracias a Ameba por recordarmelo!


¡¡¡ QUE VIVA  LA MÚSICA!!!